En Abril, una tarde de viento
con el sol abotonado
en el ojal del cielo,
la mano del tiempo
barajó otros relojes.
Suspendió el pasado
por un feriado de futuro.
Hizo cosquillas en el mapa del mundo.
Señaló una hora. Un día,
una promesa
Y le puso nombre de pájaro:
Julián.
Poema maravilloso!
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