Agua. Archipiélago blando.
Las manos
como ojos descascarando mapas
arrinconaron el borde del sol sobre la orilla.
Dejaron las paredes con el cielo al desnudo,
largo horizonte de piedra cultivado.
Se bebieron entera la matriz de las frutas.
Robaron la pintura en la piedra,
la nomenclatura cívica del cielo
y el semen amarillo de la tierra.
Una sola palabra –como dijo Neruda-
trajeron los señores
además de la espada.
Y dijeron
esclavo
en todos los idiomas.