Desde el principio de los
tiempos el ser humano ha golpeado, raspado, sacudido o entrechocado elementos
que se encontraban en la naturaleza que les acompañaban en sus quehaceres
diarios o, incluso, en momentos mágicos, relacionados con la caza, juegos o rituales
religiosos. Las formas coincidían con las formas de la naturaleza: sacudidores
en forma de semillas, raspadores en forma de ramas, tambores con forma de
tronco, conchas…. Con la aparición de las herramientas, parece ser que las
formas de los instrumentos variaron para hacerlos más manejables.
La percusión se distingue por la
variedad de timbres que es capaz de producir y por su facilidad de adaptación
con otros instrumentos musicales. Cabe destacar que puede obtenerse una gran
variedad de sonidos según las baquetas o mazos que se usen para golpear algunos
de los instrumentos de percusión.
INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN.
Los instrumentos de percusión son un
tipo de instrumento musical cuyo sonido se origina al ser golpeado, agitado o
frotado. Son los primeros elementos sonoros que
creó el hombre, en su trabajo diario y en sus diferentes fiestas, para producir
sonidos y ritmos. Su origen se remonta a las primitivas sociedades africanas y
asiáticas, marcado por su papel mágico y su acentuada función social. Instrumentos
de percusión se han utilizado desde la prehistoria. Un instrumento de
percusión puede ser usado para crear patrones de ritmos (batería, por ejemplo)
o bien para emitir notas musicales (xilófono, por ejemplo). Suele acompañar a
otros con el fin de crear y mantener el ritmo. Pero también puede ser
instrumento solista o formar orquestas.
Desde antiguo, los
instrumentos más ancestrales y primarios fueron los de percusión, y más
concretamente los de entrechoque e idiófonos que son los constituidos por
materiales naturalmente sonoros, y que no necesitan de tensiones adicionales
para producir sonidos.
Cuatro mil
años antes de Cristo, los sumerios ya utilizaban en Mesopotamia asiática la lira, el arpa, determinados tipos de laúd
primitivo, trompetas rectas y un buen número de instrumentos de percusión (tambores
y timbales, entre otros), todos ellos profusamente adornados, en ocasiones con
metales preciosos.
Clasificación
.
Los instrumentos de percusión pueden
clasificase en dos categorías según la afinación:
De
afinación definida:
Son aquellos que producen notas identificables. Es decir, aquellos cuya altura
de sonido está determinada.
Algunos son: el timbal, el xilófono, el
vibráfono, la campana, los crótalos, la celesta, la campana tubular, los
tambores metálicos de Trinidad.
De afinación no definida: Son aquellos cuyas notas
no son identificables, es decir producen notas de una altura indeterminada.
Entre ellos: el bombo, la caja, el
afuche, las castañuelas, las claves, el cencerro, el címbalo, el güiro, el
trinquete, la zambomba, el vibraslap.
No obstante, esta clasificación no es estricta, por
ejemplo, algunos percusionistas son capaces de afinar las cabezas de tambor a
tonos específicos. En las orquestas se suele diferenciar entre:
Percusión
de membranas
Percusión de láminas
Pequeña percusión
Según otro criterio, se pueden clasificar en tres
categorías que son: Membranófonos: que añaden timbre al sonido del golpe.
Idiófonos, que suenan por sí mismos,
como el triángulo.
Placófonos:
placas metálicas que entrechocan.
Esta clasificación tampoco es estricta, por ejemplo, la pandereta es un membranófono y un idiófono porque tiene ambos: la piel y los cascabeles.
EL TAMBOR.
La historia nos dice que el hombre
primitivo tiene su origen en la región de África, y es natural pensar que aquí
también nace el primer tambor. Podemos imaginar al primer homínido chocar un
palo en algún objeto hueco como un tronco de madera, una piedra resonante o un
cráneo de algún animal. Los primeros tambores
consistían en piezas de piel de reptiles estirados sobre troncos de árboles
huecos y eran golpeados con las manos. Algo más tarde, las pieles de mamíferos
salvajes o domesticados se utilizaron para hacer tambores más grandes que se
golpeaban con palos. Además de los troncos de los árboles, las pieles también
se estiraban sobre fosas excavadas en el suelo para hacer tambores grandes o
sobre aberturas en macetas o calabazas para hacer tambores pequeños. Se
han encontrado restos de tambores primigenios en África y Egipto pero también se han encontrado tambores de
esta índole en el mundo entero. Pareciera que cada tribu, pueblo y nación
tuviera la misma concepción de un instrumento de percusión, construido más o
menos con las mismas características.
Los tambores más antiguos que se han
hallado son de madera hueca, de barro y de cerámica, con parches de piel atados
con cuerdas y sujetados con pequeños clavos de madera. Estos tambores también
tenían orejas o agarraderas para sujetarlos mejor. La piel de solía ser
aleatoria, tanto de cabra, res e incluso se han encontrado tambores que estaban
hechos de piel humana.
El tambor en un principio se consideraba
un instrumento sagrado que transportaba al mundo de los muertos, al mundo
astral en donde se podía entrar en contacto
con los antepasados y con Dios. Aunque al paso del tiempo se fue usando
para la guerra, para las fiestas y también para acompañar el trabajo pesado.
Se hacían los tambores con piel de buey
pero más comúnmente de la de asno. El tambor consistía en un círculo de madera o de metal cubierto de una
piel lo que daba la figura de una criba. Se tocaba algunas veces con baquetas o
con el tirso, pero lo más común era con la mano, del mismo modo como se toca el
pandero, al cual se parecía
muchísimo en tiempos antiguos. Ponían en él unas planchas de metal y también
campanillas y cascabeles para producir un sonido más estrepitoso.
Los moros fueron los primeros que usaron
en los ejércitos estos instrumentos que ellos llamaban At-tabal. Las
túmbalas, instrumento propio de la antigua caballería y conservado aún
en algunos lugares de Cataluña en las fiestas populares, es igualmente
invención árabe.
Es indudable que los españoles adoptaron
el tambor tomándolo de los árabes ya en
Los hebreos, y otros pueblos del entorno,
usaban tambores pequeños llamados toph, de los que derivó el adufe o pandero. Los timbales mayores
fueron empleados por los árabes como
arma bélica: los hacían sonar desde lejos para anunciar su llegada, con lo que
buscaban intimidar al enemigo y adentrarles en el cuerpo el temor y la congoja.
Este
instrumento, llamado por los griegos tympanon o typanon, tympanum por los romanos también
recibió el nombre de caja de
guerra. Los griegos
acompañaban sus cantos con el tympanon: una piel estirada
sobre cuenco de madera de boca ancha equivalente a un timbal chico con el que
celebraban a su ritmo, las
fiestas para honrar a Dionisos, dios del vino.
Entre
los griegos se creía que los frigios fueron los inventores del tambor al paso
que los romanos pensaban que habían sido los sirios. Lo más probable parece ser
que los griegos tomaran el uso de los tambores de los asiáticos y que de ellos
pasara a los romanos.
Los
romanos emplearon este instrumento para las marchas militares y para marcar el
paso, aunque en el fondo lo tenían por instrumento bárbaro.
A Europa llegaron
traídos por los cruzados y se usaron
aquí con el concurso de trompas y trompetas en las fanfarrias y ceremonias y en
los hechos de armas. .En el siglo XV no hubo ejército que no contara con un
cuerpo de tambores y timbales; y en el siglo XVII se incorporaron estos
instrumentos a las orquestas barrocas.
Los tambores de marco fueron utilizados por las
antiguas civilizaciones de Oriente Medio hace unos 5.000 años. Posteriormente
fueron adaptadas por los antiguos griegos y romanos. Los romanos también
utilizaban tambores tubulares
con pieles estiradas en ambos extremos de una cáscara hueca. Después de la
caída de Roma, los tambores no eran de uso común en Europa Occidental, aunque
continuaron siendo utilizados por los árabes. Las Cruzadas pusieron a los
europeos en contacto con la cultura árabe.
De los árabes, los europeos adaptaron la
pandereta (un pequeño tambor de marco), el naker (un pequeño
timbal) y el tabor (un pequeño tambor tubular). El tabor se usaba a
menudo con una trampa, que consistía en finas cuerdas de tripas de animales
estiradas a través de una de las cabezas para producir un sonido de cascabeleo.
El
tabor enrejado es el antepasado del tambor enrejado moderno.
Los grandes timbales, utilizados
durante mucho tiempo en Oriente Medio, se introdujeron en Europa Occidental en
el siglo XV. Estos instrumentos consistían en piel de becerro extendida sobre
grandes calderos de cobre y se utilizaban con fines militares y ceremoniales.
Se utilizaron por primera vez en orquestas a finales del siglo XVII.
El
desarrollo del tambor.
Hacia el 3500ac., se menciona el tambor en una leyenda china;
allí y entonces ya se fabricaba este instrumento de percusión muy parecido a
como se hace hoy: pieles tensadas sobre un armazón de madera, y a menudo
también aprovechando vasijas o tinajones.
Un tambor es
un instrumento de
percusión de sonido indeterminado, perteneciente a la familia de los membranófonos según el sistema de
clasificación de Hornbostel-Sachs. Consta de una caja de resonancia, que suele ser de forma
cilíndrica, y una membrana llamada parche, que cubre la abertura de la caja. Se fabrica de forma artesanal, los materiales principales son la
madera y la piel de baifo (cabra). Otra parte muy importante es la soga y la
plancha de metal. Se pueden fabricar tambores de diferentes
medidas, desde pequeños para niños, hasta de grandes volúmenes y unos
En resumen, el origen del
tambor es Africano, y se remonta a la prehistoria.
El tambor llega a Europa a través de
las migraciones de africanos y moros a Europa. Posteriormente, el
tambor también penetra en el Nuevo Mundo, cuando los ejércitos
conquistadores inician la colonización americana. Cuando los africanos
esclavizados llegan a América, exploran diversas posibilidades sonoras,
convirtiendo casi cualquier objeto en tambor y en motivación para el
baile. A falta de espacios y materiales aptos para construir y tocar sus
tambores originales, construyen unos más pequeños. Tambores y bailes se van
blanqueando gradualmente, es decir, adaptando a los salones y a las gentes,
hasta conseguir la aceptación que tienen hoy en día en la sociedad.
EL
BOMBO
El bombo, un gran tambor tubular, era raro en Europa hasta
finales del siglo XVIII. El tambor con bordón y el tambor
tenor (una versión algo más grande del tambor con bordón, pero sin el
bordón) se utilizaron principalmente con fines militares hasta el siglo XIX.
Los timbales se convirtieron en una
parte importante de la música orquestal durante el siglo XIX. Durante la década
de 1880, se desarrollaron dispositivos que permitían a los timbales cambiar
rápidamente el tono del instrumento.
Variedades
Los instrumentos de tipo tambor son los
instrumentos de percusión más comunes. Algunos son:
• Bombo
• Bongó
• Djembe
• Caja
• Conga
• Darbuka
• Mazhar
• Tamboril
• Taiko
• Timbal
• Tambora
• Batería
OTROS
INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN
Las Claves son dos palitos de madera que
constituyen un instrumento idiófono
de entrechoque, se tocan con las dos manos, y cumplen la función de guía
rítmica en estilos como el son y la rumba cubana. La mano que sostiene hace de
caja de resonancia.
El Chekeré es una calabaza a la que se le ha
trenzado una red de cuentas de semillas de frutos y bolitas, y se toca
sacudiéndolo de una mano a otra y, a la vez, percutiéndolo con la palma de la
mano en su base; es típico de África y Cuba.
La Kalimba o samza consiste en una cajita de madera con unas varillas
de metal atornilladas por medio de un fleje a la madera, y que al pulsarlas
suena como un pequeño arpa (África).
La Cuica es un tamborcito metálico en cuyo parche hay un fino
palito atado y que está situado hacia el interior del cuerpo del tambor (al
contrario que la zambomba, que tiene el palito en el exterior). Produce un
sonido muy gracioso como de risas o aullidos de mono y se consigue frotando la
varilla con un trapito húmedo y practicando más o menos tensión en el parche.
Su origen es el Kinfuiti africano.
El Berimbao es un instrumento de origen
angolano que se difundió en Brasil; consiste en un arco con su cable tensado y
en la parte inferior lleva instalada una calabaza, a modo de caja de resonancia
y que se ajusta sobre la tensión del cable, permitiendo cambiar la afinación.
Se toca con un palito, una piedra etc...
El Caxixi es un instrumento afro-brasilero, que está hecho con
mimbre trenzado a modo de cestita, y que dentro contiene semillas; la base es
de calabaza y contra ella chocan las semillas, produciendo un sonido agudo
similar al del charles.
La Cabasa es una especie de rodamiento con aros de bolitas
metálicas que al girar en la mano, y con un golpe de muñeca, producen un sonido
de arrastre metálico. Es típica de Brasil y originariamente era de calabaza y
red.
El Shaker es un tubo metálico con semillas, piedrecitas o
perdigones, que se agita como una coctelera y produce un sonido fino de
arrastre metálico. Muy usado en Samba.
El Flexatone es una lámina de metal flexible que lleva
incorporadas dos bolitas de madera y que rebotan contra la lámina a la vez que
el dedo pulgar tensa y afloja dicha lámina: produce un efecto metálico-elástico
muy curioso. Todo ese sistema va instalado en un mango para poder ejecutar
golpes de muñeca a la vez que presionamos con el pulgar.
El Sistro es una especie de sonaja formada por anillos
colocados en un armazón de metal, con un mango para agitarla. También se ve de
madera con anillos de calabaza (África).
El Güiro es un rascador estriado de madera o calabaza, que da
un sonido “como de croar” al deslizar un palito por las estrías que lleva
distribuidas a lo largo de su cuerpo. En Cuba también se conoce como “güiro” al
Chekeré por estar hecho del mismo fruto (
Los Temple-blocks,
son un set de cajas chinas o “cocos” de madera afinados.
Las Timbaletas o Pailas son el resultado de la evolución de los timbales
sinfónicos y su adaptación a la música popular en Cuba. También se les llama
“cajas rumberas”.
Las Tumbadoras o Congas tienen como antepasados a los tambores Ngoma
africanos, de origen congo o bantú. Son tambores unimembranófonos que han ido evolucionando con el paso del tiempo
a toneles con el parche de cuero tachuelado y, más recientemente, se innova con
un sistema de tensado por llaves. El nombre de este instrumento se ha mantenido
hasta nuestros días por su origen congo o bantú.
Los Bongos son unos tambores más pequeños que van unidos de dos
en dos, tradicionalmente se tocan agarrándolos con las piernas y en posición de
sentado, aunque también pueden ir en un soporte para tocar de pie. Son el
resultado de la adaptación de uno de los tambores abakuá y de las bocas
agudas de los tambores batá (chachá), a la música popular
cubana; de lo religioso a lo profano.
La Tabla india es un instrumento usado en la música clásica hindú,
consistente en dos tambores que se tocan en el suelo, uno es metálico y
redondeado como una olla (bayan), y da sonidos graves oscilantes en su registro
según presionemos el parche con la palma de la mano; el otro tambor es de
madera y cilindrico (däyan) y da los sonidos agudos y metálicos repiqueteando
con los dedos. Son tambores unimembranófonos,
cuyos parches son compuestos e incorporan unos círculos negros de textura
diferente para proporcionar armónicos (esos círculos se hacen con pasta de
arroz mezclada con óxido de manganeso). Su técnica es muy compleja y requiere
mucho estudio.
El Djembé es un tambor muy conocido últimamente en España, su
procedencia es africana y más concretamente Malinke y Mandinga (Guinea
Conakry). Es un tambor unimembranófono en
forma de copa, debido a la forma de la raíz del tronco de árbol que se usa para
fabricarlo (la raíz se rebaja y ahueca para hacer la caja de resonancia). Su
sonido es muy agudo en el borde del parche, pero golpeando con la palma en el
centro se consigue un poderoso sonido grave. He mencionado a los Malinkes por
ser la etnia que habla y se comunica con este instrumento.
Los Tambores Batá son tres tambores bimembranófonos de origen africano (yoruba) pero que han tenido
pleno desarrollo en Cuba, donde se conservan toques que en África ya se han
perdido. Cuando los Bataleros cubanos presentaron sus toques ante el rey de
Nigeria, fue un momento de gran expectación, ya que quedó demostrado que la
tradición seguía viva y el lenguaje de esos tambores era reconocido. Los tres
tambores son, de mayor a menor, el Iyá, el Itótele, y el Okóncolo
y se emplean en música religiosa, para culto a los Orishas.
Los Steells-drums (tambores de acero) son unos bidones de petróleo cortados
a diferentes alturas y cuya base de acero se divide en sectores a golpe de
martillo. Se afina cada sector con una nota musical, consiguiendo llegar a
sonar con el mismo registro de notas que un teclado. Actualmente se ha llegado
a tal perfección en la afinación que cuando se emplean en grabación, el que no
los conoce piensa que son teclados. Para mí constituyen una prueba de la gran
capacidad musical e ingenio de los músicos afro -caribeños de Trinidad y
Tobago. Se tocan con mazas de caucho.
El Palo de lluvia es una caña de bambú en cuyo interior se ha
construido un laberinto en espiral con palitos de bambú más finos y por el cual
se desplazan piedrecitas, semillas y/o trocitos de cocha triturada, creando un
sonido de caída de agua muy efectista, cuando lo inclinamos de un lado a otro.
Se fabrica mucho en Méjico.
El Cajón Peruano es un instrumento adoptado en España por los
músicos flamencos, pero su origen es afro-peruano. Ha tenido tanta difusión en
España, que ya se habla de Cajón.
CONCLUSIONES
Si se atribuye a la palabra ruido el
significado puramente físico de sonido con espectro amplio y continuo, puede
afirmarse que el uso del ruido en la música es tan antiguo como la música
misma. La observación de culturas musicalmente muy primitivas muestra que los
sonidos percusivos son los que primero aparecen, marcando ritmos de diversa
complejidad. Muchos ritos religiosos utilizan el sonido percusivo como
acompañamiento, a veces para crear un clima de cierta alienación propicio para
el adoctrinamiento. Algunos sostienen que el ritmo con una cadencia constante
busca emular el ruido del corazón. También es posible que se intentara imitar
el sonido de la marcha a pie. Aun en la tradición europea occidental, muchas
músicas populares han incluido tambores y otros instrumentos de percusión desde
muchos siglos atrás.
Bibliografia.
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